Lo resolvió el portero 

Uno llegaba de un empate en el estreno del Apertura mientras que el conjunto negriazul de caer derrotado frente al siempre difícil equipo de Curtito. El juego fue extremadamente batallado, donde las defensas estuvieron siempre atentas en cerrarle los espacios al rival, así como también algo imprecisas las delanteras a la hora de finalizar los ataques. Una de las más claras del primer tiempo fue para el Clan luego de provocar un error en la salida de Plaza Athaualpa, donde el balón apenas le quedó un poco lejos a Richard Daluz para que pudiera empujarla dentro de la meta. La situación más peligrosa para el negriazul fue un remate rastrero de Carlos Almirón, que muy atentamente el portero recién ingresado pudo contener. 

La segunda parte todo se mantuvo igual, con mucha pretensión por cada lado, pero muy poca concreción. Algunos remates que pasaban cerca y los pocos que iban al arco no presentaron demasiada dificultad para los guardametas. Finalmente, la llave para abrir un partido extremadamente cerrado estuvo en los pies de quien ocupó el rol bajo los tres palos del Clan en la segunda parte. Una falta cerca de la línea de meta fue ejecutada por el portero, quien envió un fuerte centro al área rival buscando una cabeza, pero lo que encontró en realidad fue al arquero rival mal posicionado no pudiendo evitar que la pelota se metiera a pesar de un gran esfuerzo. Poco pudo hacer Plaza Atahualpa para revertir el resultado y por más que intentó no tuvo la capacidad de abrir el cerco defensivo. Incluso el Clan pudo haber ampliado la ventaja tras un contragolpe de Gustavo Martínez, yéndose su disparo por arriba el horizontal.