Dejó el alma pero no le alcanzó para forzar una final

Última fecha del Clausura que deparó en el choque entre dos de los equipos más fuertes de la divisional. Tras la sorpresiva derrota ante L-Gante y perder la punta, Invictus llegaba a la cita sabiendo que acceder a una definición contra el actual líder era poco probable. Arienzo solamente necesitaba de un empate ante el ya descendido FLBO para quedarse con el título una vez más. Igualmente el gladiador salió a disputar el encuentro como si fuese una verdadera final y fue por la victoria desde el primer minuto mientras que paralelamente esperaba un milagro. Así comenzó el juego con Invictus tratando de atropellar al rival dándole trabajo a Gerónimo Kachele. En un tiro libre Juan Martín Crespole prendió fuerte y rastrero y muy atentamente el portero pudo rechazar al córner. Pero en la primera acción ofensiva de Lobos llegó el gol por parte de Bruno Gentile. El empate no demoró en llegar luego que un fuertísimo disparo hiciera dar rebote a Kachele que tomó Nicolas Cerdá para mandarla adentro. El partido en ese momento era equilibrado con un gran trabajo de contención por parte de ambos equipos donde tampoco estuvo ausente la pierna fuerte. Instantes más tarde Lobos volvió a morder cuando una pelota dividida fue a parar en los pies de Leonardo Gonzalez quien puso otra vez a su equipo arriba en los instantes previos al descanso. 

Apenas reanudado el juego complementario llegó una nuevo empate de Invictus cuando Agustín Martínez tuvo la fortuna de que su remate se desviara en Manuel Luján. El gol reavivó al gladiador que se tiró aún más arriba detrás de la remontada que pudo conseguir luego de un remate de Facundo Cruce que obligó dar rebote a Kachele apareciendo en la derecha Santiago Callander para empujarla adentro. A partir de ese momento Lobos ya no tuvo capacidad de reacción siendo superado por los de casaca celeste. Un golazo de Callander calzándola de abajo cerró la cuenta para Invictus, pero no le alcanzó ya que Arienzo consiguió una agónica victoria en la hora y se quedó finalmente con el título. Igualmente el año del gladiador fue brutal y los números hablan por sí solos. 21 partidos disputados con 17 triunfos, 1 empate y 3 derrotas. A esto se suma que logró el ascenso a la A siendo campeón de la B, lideró la tabla del Clausura por muchísimas fechas, fue el equipo con mayor saldo de goles, le ganó a todos los equipos fuertes de la divisional incluyendo al flamante campeón. Una campaña en la que si bien no pudo conseguir el objetivo principal, la finalizó con la frente más que en alto.