Campeão da Copa de Verão

Las postergaciones por las incesantes lluvias durante varios fines de semana hicieron que paradójicamente la Copa de Verano culminara ya comenzado el otoño. Fueron Olimpia y El Scratch quienes llegaron a la instancia de la definición, siendo el equipo verdeamarello quien finalmente alzó la Copa. La final enfrentó a dos equipos con un gran manejo de balón, cumpliendo con las expectativas previas. A pesar de ello ambos plantearon esquemas tácticos diferentes. Mientras los verdeamarellos buscaron retener la pelota e ir abriendo la cancha tocando hacia los costados, Olimpia estratégicamente probó un sistema más vertical, tratando de llegar rápido al arco del rival, siendo éste último el más eficiente en crear situaciones de peligro. La primera chance clara del negriblanco fue un remate de Brahiam Díaz que el portero Marcelo Torrenz sacó justo con la punta de los dedos. Sobre la mitad del primer tiempo Ignacio Simois vio la roja directa cuando llegó tarde a cerrar una pelota, propiciándole una dura entrada a un defensa rival. El hombre de menos pareció no incidir en ese momento ya que no se vio reflejado en el terreno de juego. Olimpia era quien seguía generando situaciones muy claras. En un contragolpe explosivo del negriblanco, Torrenz le sacó una pelota increíble a Bruno Pérez cuando Adrian Quintana lo dejó de cara al gol. Instantes más tarde Pérez volvió a perder otra oportunidad clarísima cuando quedó prácticamente con el arco vacío al enviarla por arriba del horizontal. Ezequiel Caprett avisó para los de casaca amarilla en el final de la primera parte con un remate que se fue al saque de esquina. Desaprovechar tantas oportunidades le costó muy caro a Olimpia en el complemento. A diferencia del negriblanco el Scratch fue sumamente eficaz a la hora de culminar las jugadas. A los cinco minutos aproximadamente Capretti, jugador clave en la semifinal para imponerse a los Pibes del Portón, recibió una falta y con decisión tomó el balón para ejecutar el tiro libre. El defensa le prendió fuerte al arco mandándola al fondo de la red. Con la ventaja en el marcador el conjunto empezó a hacer rodar más el esférico haciendo correr los minutos y recuperando rápido en la mitad si perdía la posesión. Era evidente que el último tramo del partido, el hombre de más si fue notorio. Olimpia hizo lo que pudo, trató de ir por el empate pero se descompaginó en el fondo. Una buena jugada de Esteban Valverde y posterior pase para Mathias Rodríguez culminó en el segundo. Y la sentencia final llegó faltando muy poco cuando Capretti asistió de nuevo a Rodríguez para que anotara el tercero asegurando así la obtención del título de Campeón de Verano con el que el Scratch comenzó a hacer historia en Liga Siete.