Se quedó con un partido de marcador variable

A segunda hora, cuando el astro rey se erguía imperiosamente dejando atrás la gélida mañana dominical, se enfrentaron dos de los equipos más carismáticos de la liga. Ambos conjuntos son un claro ejemplo de los valores que Liga Siete promueve, la sana competencia y el respeto por el rival. Uno conformado por un plantel más adulto, mayoritariamente con padres de familia y el otro por un grupo de amigos que disfrutan de las juntadas con un fuego de por medio. El partido comenzó pasadas las diez de la mañana. La falta de rodaje fue latente en alguno de los jugadores en los minutos iniciales y a poco de empezar llegó el primero. Juan Bello perdió la pelota en el fondo quedándole servida a Marcel Duarte, que no dudó en probar al arco de primera anotando para La Wafflera. Viejos Perros fue en busca del empate apenas reanudado el juego, algo que casi consigue Sebastián Villán en un mano a mano contra el arquero Christians Ballara, pero la pelota se fue apenas desviada por el sector izquierdo. Posteriormente Villán, de gran partido, asistió al Tonga Pérez que con un inatajable remate, fuerte y arriba, logró la paridad en el marcador. Después Daniel Delmonte le robó la pelota a Martín Pressutti para luego tocar para Duarte, que increíblemente desperdició la chance de ponerse arriba nuevamente. Los de casaca negra, algo más convincentes a la hora de proponer insistieron y en otro mano a mano Villán no falló y dio vuelta el tanteador. El gol, lejos de desestimular a La Wafflera, lo incentivó y David Ossa no demoró en empatarlo. Minuto a minuto el partido se iba poniendo cada vez más atractivo, fluido sin cortes y de un intenso ida y vuelta, siendo inminente que llegaran más goles. Tan solo unos minutos después Ossa volvió a marcar dándolo vuelta provisoriamente. Pero los perros siguieron distribuyendo bien y tras un gran desborde por izquierda, Villán lo volvió a empatar. El complemento fue al igual que la primera parte muy parejo, pero Marcos Colina iba a ser la pieza clave para que Viejos Perros se quedara con la victoria. Después de probar al arco, la pelota le quedó afortunadamente a sus pies y esta vez el delantero no falló venciendo la valla defendida por Ballara. Que el partido no tuviera más goles fue a causa de las buenas actuaciones del arquero de La Wafflera y del Ratón Barrera por el lado de los perros, sumado a algunas imprecisiones a la hora de definir. En resumen, fue un precioso partido, muy a la altura del reinicio de las actividades, en el que ambos lo dejaron todo en el terreno de juego.