Sacó pasaporte a la final de Plata goleando

Victoria con autoridad del conjunto de La Icardiada, que aprovechó el hombre de más en el complemento para terminar goleando en la recta final. El que se puso arriba primero fue Malanga con un golazo. Transcurridos los primeros minutos, en que el rival se volcó arriba sin generar aún demasiado peligro, Eduardo Castro subió por la derecha y ejecutó un fuerte zapatazo, de tres dedos, que entró contra el palo izquierdo del arquero. Pero La Icardiada iba a dar vuelta el partido antes del descanso. Andrés Longo cruzó el balón hacia la derecha donde esperaba Stefano Russomando que ejecutó una formidable diagonal clavando la pelota en el ángulo para igualar. Instantes después, Russomando volvió a arremeter contra el arco y anticipando a los marcadores, definió cruzado para marcar el segundo. Ya en el complemento Malanga intentó conseguir el empate, pero pagó caro la falta de eficacia en el ataque. La más clara fue después de una magistral carrera de Pablo Acosta, que tomó la pelota desde la mitad de la cancha, se proyectó por el lateral izquierdo, sacándose cuatro hombres de encima, para después pasar al medio, desaprovechando su compañero de ataque a la hora de definir. Con la expulsión de Javier Vergara, ya el partido se le hizo cuesta arriba. De contragolpe llegó el tercero. Russomando esquivó al arquero Sebastián Santu y definió, rebotando la pelota en la pierna de Matías Techera que terminó por meterla adentro cuando intentaba despejar. Más tarde llegó el cuarto, obra de Agustín Azambuya y tras un saque de esquina, otra vez Azambuya, tomó el balón fuera del área y, con gran remate fuera del área, selló el triunfo al anotar el quinto. La Icardiada deberá ahora medirse ante San Caetano en la final de la Copa de Plata.